Luka Whitewalker

05.09.2013 00:00 de  María E. Rodríguez   ver lecturas

¡Ay, Lukita! ¿Cuántos quiebros cinturianos habrás tenido que hacer para esquivar tantos disparos láser? Difícil contarlos, es. Diría Yoda. Esos clones del Imperio mediático te acribillaron sin piedad porque viniste por mucho y dabas poco, decían. Torpes. Muy torpes. Cualquiera con la capacidad analítica de Jar Jar Binks podía ver entonces, cuando los próceres de pluma y micro te restregaban por la cara los 35 millones, que tienes más midiclorianos futbolísticos en el exterior del pie derecho que otros sumando las dos piernas.

Cierto es, Modricio de mis amores, que tardaste un tiempecito en mostrar en todo su esplendor -y en ello sigues- la intensidad de tu fuerza y creerte un verdadero white walker. Llegaste fuera de forma, desgastado y confundido; todo ello cortesía de nuestro amigo Levy, que es un individuo bastante perverso y disfruta torturándonos a todos. Sobre tus menudas espaldas tuviste que cargar con la losa de las impaciencias piperas, los dardos de los medios y las horrorosas comparaciones con todo un Maestro Jedi del balón como Xabi Alonso. Y, claro, así cualquiera tarda en arrancar.

Necesitabas adaptarte, entrenar duro tus incuestionables poderes. Necesitabas comprensión y confianza, pero en vez de eso recibías -hablamos de diciembre, y llegaste en septiembre, ojito- calificaciones tales como "el peor fichaje de la temporada en la Liga". ¿Me crees, Luka, si te cuento que hay gente que opinaba que Song era mejor jugador que tú? Ahora nos reímos tú y yo de aquella encuesta de Marca, pero en su momento era para romper a llorar. O para romper morros, no sé muy bien, pero algo habría que haber roto. Y me dirás, "pero mujer, si Marca se inventa las encuestas". Digamos que las adapta a sus necesidades editoriales, Lukita, para que nadie nos acuse de difamar, que las cosas en el Imperio no están muy allá.

Además, en cualquier caso había madridistas -sí, sí, madridistas- que te querían devolver en el mercado invernal y que tardaron menos de un mes en empezar a mascullar entre pipas la ya mítica retahíla de nombres-recurso. Que si Beñat -¿¡Beñat!?-, que si Borjita Valero, que si Cazorlita... No es que yo tenga nada en contra ninguno de ellos -lo prometo-, simplemente no son white walkers, Modricio. Por eso me indigno. Tuvimos que aguantar a Roncero tuiteando que "Beñat, Cazorla o Silva no tienen sitio en el Madrid, pero Modric y Essien sí. He intentado ser positivo, pero hay evidencias que duelen".

A mí la evidencia que me duele, particularmente, es que hay gente que hace caso a este señor, a quien -por cierto- no sé con qué personaje de Star Wars comparar. Me recuerda algo a Jabba the Hutt, pero solo en algún rasgo facial -y peleando por el personaje con Relaño-. Bueno, da igual, Luka. El caso es que Tomás, ese gran referente madridista, ahora dice que eres "gigantesco". ¿Cómo lo ves? Eso mismo pienso yo. No nos importa en absoluto. No nos importa porque has desenvainado tu espada láser y no piensas guardarla ya. Old Trafford fue testigo y escenario de lujo de cómo Luka Modric pasó de joven Padawan a Jedi; de cómo Luka Modric se convirtió en Luka Whitewalker.

María E. Rodríguez
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María E. Rodríguez
"… pero hay un futuro que todavía es nuestro". Lo bonito, bonito, no es tener un pasado glorioso, sino saber utilizarlo para que el futuro lo deje pequeño. Sabemos de dónde venimos, a dónde queremos ir y por dónde no vamos a pasar. Siempre un trampolín, nunca un sofá. "El Real Madrid es el equipo más importante del mundo y lo será hasta que yo lo diga". Live Forever, Dick.