El Real Madrid tiene dos lastres que dificultan la revolución

Los blancos necesitan acudir al mercado en verano
13.02.2021 17:30 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
Zinedine Zidane, Real Madrid
Bernabeudigital.com
Zinedine Zidane, Real Madrid
© foto de J.M.Colomo

El Real Madrid está obligado a lavarse la cara y resetearse cuando termine la temporada para volver a empezar con las máximas garantías, pero será una odisea con muchas incógnitas difíciles de despejar. A día de hoy, todas las posiciones son susceptibles de ser potenciadas y no hay ningún jugador indiscutible. El club blanco no pone la mano en el fuego por nadie y si llega una buena oferta, cualquiera podría hacer las maletas.

Sin embargo, hay dos jugadores que torpedean y mucho la intención primigenia en los despachos: Gareth Bale y Eden Hazard. Ambos, con un sueldo estratosférico, son un auténtico dolor de cabeza en lo económico. El Tottenham no va a hacer efectivo el segundo año de cesión, por lo que con toda seguridad el Madrid se tendrá que comer el último año del galés. Eso se traduce en que le tendrá que abonar alrededor de 30 millones brutos a un auténtico lastre que tiene la mente puesta en cualquier cosa menos en el fútbol. La situación del belga no dista mucho. Llegó con un cartel estelar y tan solo ha disputado un cuarto de los minutos posibles por su devaneo constante con la enfermería, menos todavía que el de Cardiff y sin haber sido decisivo hasta ahora. Esta tendencia constante en el último año y medio no es nada halagüeña y en caso de que el club se harte, tampoco parece que el '7' vaya a tener mucho mercado, más allá de un posible regreso a Londres donde era otro futbolista. Eso sí, por una cifra considerablemente menor a los alrededor de 115 millones que pagó el Real.

Bale y Hazard suponen todo un agujero en las cuentas y a día de hoy en Concha Espina están perdiendo un dineral con los dos. En un contexto donde se exige un apretón de cinturones y se fantasea con futuribles faraónicos que renueven la ilusión, dos piedras en el zapato ponen en jaque la ruta.