Si Messi se llamase Cristiano
A finales de junio, la noticia que más portadas ha acaparado (sin contar el desastre de España) ha sido la renuncia de Messi a seguir jugando con la selección de Argentina. ¿El motivo? Caer en su cuarta final con la albiceleste, y al igual que ocurrió en la anterior edición, frente a Chile y por penaltis. El jugador del Barcelona falló su pena máxima y al término del partido, con La Roja celebrando el título, saltó la bomba. "La Selección no es para mí". El yerno ideal cedía ante la presión y descartaba, salvo cambio repentino de idea, su presencia en futuros compromisos con Argentina. Las reacciones no tardaron en llegar, con la gente suplicándole que no les dejase tirados y que siguiese defendiendo los colores azul y blanco de su país.
Ante esta situación, uno no puedo sino preguntarse qué habría pasado si en lugar de Messi, hubiese sido Cristiano el que tras perder, decidiese dejar a su suerte a Portugal. Estoy seguro que el llamamiento para que siguiese jugando con el país luso sería igual de masivo, pero quizá no el tratamiento por cierta parte de la afición, y en especial, de la prensa. Las portadas estarían llenas de ataques hacia el luso, tildándole de cobarde o de no ser capaz de competir al más alto nivel. Por supuesto se haría ver de forma clara como ha dejado tirado a unos compañeros y en especial, a un país. Sport y Mundo Deportivo harían su agosto particular con ataques a Cristiano, como hicieron con Modric ("40 millones para tapar vergüenzas" o "Song es mejor que Modric), con Bale y el precio de su fichaje o como han venido haciendo desde que son inferiores al Madrid, es decir, toda la vida.
Este binomio Messi - Cristiano puede extenderse más allá de lo ocurrido con la Copa América. ¿Se imaginan que es Cristiano el que evade impuestos? ¿Se imaginan a Cristiano pactando la multa con hacienda para evitar la carcel? ¿Se imaginan a Cristiano, durante aquellos Clásicos tan malvados de la Era Mou, lanzando un pelotazo a la grada, y encima sin pedir perdón? Todos estos casos son algunos de los ejemplos de cómo cambia una situación si el sujeto es LM10 o si por el contrario se trata de CR7. Uno goza de la simpatía y el beneplácito haga lo que haga, mientras que otro está condenando a sufrir la ira del populacho simplemente por vestir la camiseta del mejor club del mundo.