Romay: "Del Madrid te vas con la sensación de que puedes dar más, pero eso es la grandeza de la institución"
Fernando Romay acudió a un acto en la universidad Alfonso X el Sabio de Novelda, donde atendió a los medios. El exjugador de baloncesto recordó sus inicios en el deporte y en Real Madrid, de donde reconoce que se marchó con la sensación de no haber dado el máximo.
Sus inicios en el baloncesto
"Lejos de ser algo vocacional todo surgió a partir de un chico que de repente apareció por mi colegio y que era casi tan alto como yo, él era bastante mayor y me dijo: 'oye tú que eres tan alto ¿por qué no te vienes a jugar al baloncesto?'. Y a partir de ahí empezó todo, ni más ni menos que con eso, con el 'me apunto'. A partir de este momento comencé a jugar en el Bosco de A Coruña, empecé a entrenar y sin llegar a jugar ya estaba metido en el Real Madrid de juveniles".
A Madrid, sin zapatillas
"Es cierto, no había zapatillas de mi talla, yo fui con unas que habían crecido conmigo pero que no me valían. Cuando digo que había crecido conmigo quiero decir que era más pequeña la suela que mi pie. Me fueron quedando pequeñas siendo las más grandes que había en todo A Coruña, pero sí, crecieron conmigo. Al llegar a Madrid nos dimos cuenta de que no me servían pero la gente del club me dijo que no me preocupara, que allí tenían zapatillas para mí, entonces me sacaron las más grandes que habían que eran las de Walter Szczerbiak, quien gastaba un 50,y se dieron cuenta de que ni esas me valían con lo cual las tuvieron que pedir de Estados Unidos y tras cinco meses me las pudieron traer".
Motivos para dejar el Madrid
"Fundamentalmente la edad, pero también vi que en ese proyecto yo no tenía sitio y en cambio sí habían otros proyectos en los que yo podría participar y estaban más hechos para mí. Yo he luchado mucho para estar en el Real Madrid, llegando a perder dinero, grandes contratos y en un momento dado dices 'pues no me merece la pena estar aquí'. Esta decisión la verdad es que la tomé con un directivo, lo estuvimos hablando y le dije que al año que viene no jugaría en el club, un club en el que estaría rodeado de grandes jugadores como Fernando Martín o Sabonis y al final hablé con él y le dije: '¿Qué pinto yo aquí?'".
La grandeza del Madrid
"Siempre que te vas de un gran club como el Madrid te cuesta irte, te vas con esa sensación de que puedes dar un poco más pero eso es la grandeza de la institución, lo cuál está por encima de cualquier jugador. Eso yo lo sabía en aquel momento y pienso que los que actualmente juegan en el club también lo saben".
La clave para ganarse a la afición madridista
"Yo pienso que la lealtad, la lealtad hacia el club y hacia todo aficionado y el hecho de hacerles ver que en ningún momento iba a escatimar nada, ellos lo entendieron y por eso me acogieron y me mimaron, pues yo creo que eso es fundamental, la sinceridad contigo mismo y con los aficionados".
Sigue sintiéndose madridista
"Sí, por supuesto, a día de hoy me siento madridista y deportista".
Cómo ve al equipo de Laso
"Muy bien, creo que están en un momento en el que han conseguido tener la misma comunión con el público que podríamos tener nosotros, mi generación, y eso que es muy difícil de conseguir, tienen la misma receta que utilizamos nosotros, que se basa en ser honestos y darlo todo en todo momento".
Sobre si se ha planteado ser entrenador
"No, el baloncesto es un deporte tan absolutamente técnico que el entrenador utiliza un lenguaje y ve el baloncesto de una forma distinta a la del jugador, un jugador ve sensaciones. Sin embargo, un entrenador lo que ve son diagramas, un entrenador es una especie de técnico de laboratorio de baloncesto y yo prefiero quedarme con la parte más humana de este deporte ante la parte mucho más programada o programática que es la que tiene el entrenador".