Entre la esperanza y el mazazo vive el desafío de Xabi Alonso

Reconozco que el fichaje de Xabi Alonso me hizo especial ilusión, así como algunas pinceladas que ya dejó ver su Real Madrid en el Mundial de Clubes. Sin embargo, este comienzo de temporada me está dejando frío. Los resultados acompañaban antes del derbi, pero las sensaciones no eran las mejores con ciertas decisiones del tolosarra. Y el día del Atlético, yo, personalmente, lo viví como uno de esos mazazos que marcan un antes y un después. Aún no sé si para bien o para mal.

El Real Madrid naufragó en el Metropolitano y quedaron señalados varios jugadores, pero también Xabi. Aquel día, el tolosarra decidió apostar de inicio por un Bellingham que estuvo muy lejos de tener un rendimiento mínimamente aceptable. Pero no solo eso, sino que además el entrenador decidió sacrificar a un Güler que estaba siendo de lo poco salvable, manteniendo al inglés en el terreno de juego.

Ya en Kazajistán para el partido de Champions, me decepcionó que Xabi no diese un solo minuto a Endrick. El brasileño lleva cuatro partidos disponible y aún no se ha vestido de corto. Tampoco me gustó que no fuese titular Camavinga, para ir cogiendo rodaje. Decisiones, y ya son varias, que me dejan frío. Eso sí, al menos está dando protagonismo a Güler (increíble el ostracismo al que le sometió Ancelotti).

Quiero dejar claro, por si acaso, que aunque haya decisiones que no comparta, prefiero dejar trabajar a Xabi y darle tiempo. Un cualquiera no hace campeón de la Bundesliga al Bayer Leverkusen. Ojalá de con la tecla, pero es evidente que a día de hoy no lo ha hecho.