La mejor arma de Julen Lopetegui: el trato y la cuestión de confianza

Zinedine Zidane hizo de un plantilla, una piña. Dotó de importancia y jerarquía a jugadores que otros no se hubieran atrevido. Por ejemplo, Nacho tapó los agujeros cuando habían grietas en la retaguardia, Lucas fue el agitador en las noches más feas y Asensio fue la corriente que convertía al Madrid en pura electricidad. Como todo entrenador, tuvo sus preferidos y no con todos acabó de la mejor manera, véase el caso de Bale. 

Con Isco fue un toma y daca, Zizou no ocultaba su gusto por un jugador que se atrevía a todo con el balón a los pies. "Fútbol de la calle" decía el francés. El mismo que practicaba él años atrás. Pero la continuidad y la confianza en el malagueño nunca fue una apuesta segura y todo hay que decirlo, Zidane varió mucho el once haciendo de Isco, un fijo en el once o un revulsivo desde el banquillo.

Con Lopetegui en la Selección, Isco tuvo un aliado para tener el protagonismo que en sus peores días no podía exhibir en el Real Madrid. Así lo recordaba el malagueño hace escasos días: "Lopetegui es un entrenador que conozco desde hace muchísimos años, he coincidido en prácticamente todas las categorías inferiores de la selección con él y en los momentos que no he tenido protagonismo en mi equipo me ha dado confianza. Es un grandísimo entrenador".

Ahora Isco, es la mejor arma de la Selección y esperemos que un fijo en los esquemas de Julen en la casa blanca. Construir un Madrid sobre Isco, puede bien ser una apuesta segura. Este Mundial debe ser el de su consagración. Potugal e Irán ya lo han sufrido. Costa pone los goles, pero Isco hace todo lo demás. Tira del carro cuando no hay ideas, busca al rival, le encara y (casi) siempre le rompe. Se ha convertido en uno de los líderes y ahora que sale el sol, Isco se acuerda de quién confió siempre con él. Hacer un buen Mundial le garantiza un puesto de titular casi indiscutible en el Madrid. Y el Madrid con Julen, gana un buen gestor.