La Superliga europea significaría la muerte del fútbol

22.03.2019 21:00 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
La Superliga europea significaría la muerte del fútbol
Bernabeudigital.com
© foto de Daniele Buffa/Image Sport

Desde hace algún tiempo se viene reiterando el rumor de la hipotética Superliga europea de aquí a unas temporadas. El propio concepto horroriza y pese a las intransigentes declaraciones de presidentes como Ceferin (UEFA) o Infantino (FIFA), parece que la idea se va inoculando poco a poco en el imaginario colectivo con más frecuencia.

Esta competición supondría el enterramiento del fútbol que conocemos a día de hoy. Los mejores clubes del mundo (entre los que se encontraría el Real Madrid) pasarían a formar su propia competición, que sustituiría a la actual UEFA Champions League. De este modo, y tal y como informó El Partidazo de COPE el pasado miércoles, los equipos participantes ingresarían en torno a 900 millones de euros por derechos televisivos, lo que supone una cantidad económica mucho mayor si lo comparamos con la Champions League actual. Además, apuntaron que el plan trazado es que se ponga en marcha en 2024

Los partidos se disputarían durante el fin de semana (sábados y domingos) y las ligas nacionales pasarían a jugarse martes y miércoles. En el caso concreto de la liga española, se plantea la reducción de equipos de 20 a 16 y tanto Barça como Madrid disfrutarían de su privilegiada plaza de forma fija

Este nuevo modelo, en el que ingresarían clubes con una historia efímera en la élite como PSG o Manchester City, sería el culmen del fútbol-negocio, donde el dinero tomaría un papel protagonista relegando al fútbol y a sus aficionados a un segundo plano. Supondría el fin de este deporte tal y como lo conocemos hoy día, donde la liga, ese torneo tan preciado que supone el pan diario para la mayoría de equipos, tendría una importancia excesivamente minoritaria para los clubes colosos del panorama europeo, que saciarían sus ambiciosas arcas económicas con lo obtenido en esta nueva competición y se verían tentados a terminar abandonando sus torneos domésticos utilizando como pretexto la numerosa carga de envites.

Por el momento, Infantino ya avisó que castigaría a los jugadores que participaran en este torneo impidiendo su participación con sus selecciones nacionales en los torneos FIFA. Esperemos, por el bien del fútbol, que todo quede en habladurías y que el deporte no pague las consecuencias de la codicia.