Ancelotti, Jémez y los Lannister
El Barça es líder. Ha conseguido remontar el histórico comienzo de Liga del Real Madrid en 2014 y se posiciona primero en la tabla con menos partidos perdidos y ocho goles menos encajados después de que el Madrid pinchara en San Mamés y tras ganar al Rayo en casa con un sonrojante 6-1. Además, Messi vuelve a acaudillar el pichichi como consecuencia del bajón de Cristiano Ronaldo. De hecho, en menos de tres meses le ha aventajado en doce goles. Pero Paco Jémez y Ancelotti siguen absortos en sus concienzudas ideas futbolísticas, inquebrantables independientemente de la realidad futbolística del momento. El entrenador del Rayo, después del set, salió textualmente "muy satisfecho con mi equipo". Poco le importa que contra Barça, Madrid y Atleti en 17 partidos haya perdido 15 y le hayan encajado 60 goles en contra. Tampoco parece preocupado Ancelotti, que tan pronto comenta en rueda de prensa que "el partido estuvo igualado" como que, cinco minutos después y después de la pregunta de un periodista, dice que "hemos regalado todo el partido". Y es que la misma confusión de las declaraciones se refleja en la táctica y estado de ánimo del equipo en el terreno de juego.
Impacienta que la media no conecte con una irreconocible BBC, que acostumbrada a correr ahora se ve en la tesitura de jugar de espaldas sin el -por lo que parece- conocimiento ni la corrección del entrenador. Aunque eso no es lo grave sino la desaparecida tensión competitiva. Se puede perder contra el Bilbao en San Mamés como corolario de muchas circunstancias o simplemente porque el rival ha sido mejor, pero compitiendo los noventa minutos. Sin regalar ni un minuto. El Madrid y Ancelotti sobreviven por el inmaculado 2014 que sigue nutriendo a equipo y entrenador. Pero la fuente se ha agotado. Ahora que llega el Clásico y que el Plus nos pone en su promo de Lannister, hay que demostrar sin piedad que lo somos. Aunque las expectativas, tras los últimos partidos, no sean muy esperanzadoras.