Benítez, menos datos y más jarana
Rafa Benítez ha sido cuestionado desde antes de su llegada al Real Madrid. Cuando su fichaje aún se estaba gestando ya se hablaba de que es un entrenador defensivo, al que le gusta demasiado el trabajo táctico e incluso que se iba a llevar mal con Cristiano Ronaldo.
A pesar de todo esto, el verdadero problema de Benítez es que el juego del equipo no enamora, ni lo hará. Basta con haber seguido un poco su carrera en los banquillos para darse cuenta de esto. Sus últimos dos años en Nápoles, donde ahora disfrutan de un juego más alegre con Sarri, tampoco invitan al optimismo.
El público y la prensa son muy exigentes cuando estas a cargo del Real Madrid, no vale con defenderte con datos si cuando los jugadores saltan al campo no divierten al aficionado. Benítez se escuda en que su equipo sólo ha encajado 2 goles en lo que va de Liga y que ha marcado 18 tantos, los mejores números del campeonato, pero no es suficiente. El técnico madrileño lo ha podido comprobar en el poco tiempo que lleva como entrenador blanco, ya que sus ruedas de prensa se han convertido en un continuo reproche hacia lo que se considera un estilo de juego defensivo.
Es verdad que hay que darle tiempo a Benítez, sólo lleva cuatro meses entrenando al Real Madrid, pero el run run de que el equipo no convence está ahí. Además, la imagen de conformista que dio en el derbi han puesto al técnico blanco en el punto de mira.
Al seguidor blanco le gusta que el equipo gane, sí, pero también le exige que juegue bien. Y ya sea por defensivo o por centrarse demasiado en lo táctico, Benítez tiene que cambiar mucho para cumplir las exigencias del Bernabéu. Olvidar los datos y hacer que el aficionado se divierta viendo a los jugadores sobre el campo es la clave para que haya comunión entre el banquillo y la grada.