Cojones
Se puede ser paciente con el funcionamiento del equipo, con el cuerpo técnico, con los jugadores en el sentido táctico, con lo que no se puede ni se debe ser paciente es con la falta de actitud del equipo, con la falta de ganas, con la falta de cojones. El Atleti de Simeone funciona basado en dos cosas: táctica y cojones, orden y actitud. Precisamente lo que le está faltando al Madrid, no sólo de Carlo, sino desde hace un tiempo ya.
Sí, es un equipo en construcción. Sí, los jugadores necesitan tiempo de rodaje para adaptarse al nuevo esquema. Sí, Ancelotti también necesita tiempo para adaptarse a la liga española. Sí, todo eso se entiende, es parte del fútbol. Lo que no se puede entender es la falta de actitud mostrada por el equipo tanto en Elche como en el derbi. Una actitud que sobró en el amistoso de Miami contra el Chelsea, quizá habrá que colocar un José Mourinho de cartón en el banquillo del rival para que algunos jugadores de la plantilla vuelvan a encontrar la motivación mostrada en la Florida.
El Madrí jugó sin alma el sábado, se puede jugar mal o bien, se puede ganar o perder, pero la falta de actitud mostrada ante el Atleti es de esas cosas inexcusables. Jugar en el Real Madrid es un privilegio y todo futbolista del club debería jugar cada partido como si fuese el último de su carrera; sea contra el Elche, contra el Atleti, contra el Barça o contra el Bayern. El jugador del Madrí debe salir con hambre al campo, con orgullo y con la responsabilidad de llevar en su pecho el escudo más glorioso en la historia del fútbol.
El problema viene desde la temporada pasada, esa dejadez, esa indiferencia, por este problema -entre otras cosas- salió el anterior entrenador del club, siendo culpado por todos los males del equipo. El hombre se fue y los problemas siguen. Quizá los culpables sean los jugadores. Al vulgo siempre le es más fácil culpar al entrenador, pero los jugadores son los que salen al campo y, a estos, la afición rara vez culpará de un mal resultado, salvo en casos puntuales de jugadores puestos en el punto de mira de los medios, como Benzema, Khedira, Coentrão, Arbeloa... y la afición borrega que sigue subconscientemente -y en algunos casos conscientemente- las campañas orquestadas desde ciertos sectores de la prensa. La mejor síntesis de la falta de actitud de toda la plantilla se encuentra analizando la actitud de los cuatro capitanes. La matriz de todos los problemas de personalidad del equipo se puede ver en la personalidad de estos cuatro futbolistas, los más antiguos de la plantilla.
Parece delito decir que Sergio Ramos tuvo un mal partido, se agrava mucho más si dices que ha tenido una mala temporada. La afición vocifera cuando Nacho, Carvajal, Arbeloa, Coentrão, Pepe o Marcelo cometen un error, piden suplencia o traspaso y se escucha una frase tradicional: "no tiene nivel para el Real Madrid", pero con Ramos esto no pasa. Pocos piden su suplencia, menos son los que piden su traspaso y nadie dice la tradicional frase. A pesar de ser segundo capitán y tener mucha más responsabilidad a cuestas se le juzga de manera distinta al resto. Parafraseando a @Gaoh1, a Ramos lo dañaron el día que le compararon con Paolo Maldini y se lo creyó. Pepe, estando en un estado de forma deplorable, le mejora en todo. Aunque ninguno de los ofrece seguridad y confianza. Volvé, Rafa. Volvé.
Otra de las frases tradicionales es "el Madrí no juega a nada", se ha dicho -en los tiempos recientes- con cada entrenador y cada sistema táctico implementado; quizás ese sea el estilo y la gente no se ha dado cuenta. Para la prensa Carlo pasó de ser 'el pacificador' y un ganador de 2 Champions a ser un italiano macarra, rácano sin idea de lo que es el fútbol. La afición no puede caer en este error. La falta de continuidad en el banquillo durante la última década ha sido el gran problema deportivo del Real Madrid: La trituradora de entrenadores. Por algo no se ha llegado a una final de Champions en dicha década. Por algo las épocas más exitosas de los últimos años han sido con entrenadores que llegaron al segundo año en el banquillo.
Hay que ser autocrítico, y de los errores se aprenden, pero no se puede caer en el insulto y la descalificación. Curioso es como, a la hora de repartir culpas, todos se centren en Florentino o Ancelotti y nadie, absolutamente nadie, se acuerda de Zinedine Zidane siendo parte importante del cuerpo técnico y teniendo una influencia grande dentro de la dirección deportiva. En este error caen tanto prensa como afición. Pocos saben hacer una verdadera autocrítica sin caer en las frases tradicionales, los favoritismos y los insultos.
Lo del sábado debe servir como punto de inflexión, hasta ahora los resultados obtenidos cubrían el mal juego, ya no. Toca cambiar la mentalidad, para mejorar el juego y el sistema se necesita de tiempo y rodaje, pero la mentalidad hay que cambiarla desde ya. Ancelotti, Zidane y Clement deben encontrar la forma de motivar a estos futbolistas que llevan la camiseta blanca y representan al Real Madrid partido tras partido. El Copenhague pagará los platos rotos o agudizará aún más la situación, así es el Madrí, de extremos, no hay lugar para el gris.
P.D: Es bastante obvio pero toca recalcarlo, muchos querían jubilar a Xabi Alonso antes de tiempo, en el derbi se hizo evidente la importancia que tiene para el Real Madrid. Ojalá renueve. Menos conjuras, más huevos.
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