El futuro es blanco
El fin del culebrón por Martin Odegaard está cerca y su desenlace supondrá el aterrizaje de la joven perla noruega en el club blanco. Tras muchos meses de rumores y una férrea pugna con otros gigantes del fútbol europeo, el Real Madrid se asegura la calidad del codiciado futbolista para los próximos años. A los Isco, Carvajal, Jesé o Varane, que ya han tomado un gran peso en el equipo, se le suman nuevos talentos como Marco Asensio, y el último de ellos, Martin Odegaard.
Mientras unos atraviesan duras sanciones que lastrarán sus decisiones de mercado durante los próximos años, en el Real Madrid se mira con ilusión al futuro. Durante la primera etapa de Florentino Pérez al frente de la nave blanca se cuestionó una política de fichajes marcada por la búsqueda del mejor futbolista del momento, más allá de las necesidades que pudiese tener el equipo en cada posición. Una estrategia que se ha modificado para incorporar a las mejores caras jóvenes del momento. Una apuesta por que los Balones de Oro de la próxima década crezcan en Valdebebas.
La dirección deportiva parece haber variado su rumbo drásticamente respecto a etapas pasadas y se trabaja con la perspectiva de construir un Real Madrid que promete éxitos para el presente, pero también para el futuro. La llegada de Martin Odegaard confirma esta nueva trayectoria, que promete muchas alegrías para los madridistas de hoy y mañana.
Ahora, club y futbolista, trabajarán de la mano para cumplir con las altas expectativas generadas por un jugador de tan solo 16 años de edad. La desmedida presión que Odegaard soportará desde el momento en que se enfunde la camiseta blanca por primera vez será el gran obstáculo para su aclimatación a un nuevo club y país. No obstante, seguro que no le faltará apoyo por parte de un vestuario en el que ya alucinaron con su calidad y se hicieron una idea de lo que puede aportar en el presente y, sobre todo, en el futuro.