El Madrid se pierde en las guerras

03.03.2014 00:00 de  Jorge Calabrés   ver lecturas

El Real Madrid se presentó en el Calderón dispuesto a dar un golpe definitivo a la Liga después de la goleada al Schalke en Champions. Y los blancos comenzaron lográndolo con un gol tempranero de Benzema que allanaba el camino. Sin embargo con el paso de los minutos los de Ancelotti fueron perdiendo las batallas individuales para terminar finalmante empatando -y gracias- en el minuto 82 merced a un tanto de Cristiano. En la montaña rusa que se vivió en el derbi el Madrid pasó del todo a la nada para terminar con el vaso medio lleno. Al menos salió ileso y con el liderato asegurado hasta la próxima semana.

El Atlético se empleó con intensidad y agresividad, fue una versión más parecida a la de la final de Copa del pasado año que a la mostrada en las semifinales del mismo torneo en la presente campaña. Los madridistas nunca se quejan de los partidos a base de coraje y agallas, es más, estas características van en el ADN del club blanco, pero llama la atención que lo que era un juego macarra y violento con Mourinho en el banquillo haya pasado a ser una exhibición de táctica y motivación por parte de Simeone. Ya saben, otra vez la famosa doble vara de medir.

Preocupa que el Madrid vaya sin general a estas guerras. Ya pasó en el Camp Nou, El Sadar y San Mamés, y este domingo volvió a ocurrir en la ribera del Manzanares. Ancelotti, que está haciendo multitud de cosas bien, parece perderse en este tipo de encuentros. El italiano no da con la tecla para activar al equipo cuando el rival plantea el duelo en la suma de pequeñas batallas individuales. Porque fútbol también es el rifirrafe de Pepe y Godín, la pelea entre Diego Costa y Sergio Ramos y el meter la pierna antes y más fuerte que el contrario.

No se entiende tampoco la ofuscación del técnico blanco en hacer coincidir en el once inicial a los laterales más defensivos -Arbeloa y Coentrao-, cuando lo lógico sería rotar con una combinación entre las duplas formadas por Arbeloa - Marcelo y Carvajal - Coentrao. En el derbi al Madrid le faltó profundidad en ataque, situación que se vio solventada con la inclusión del carrilero brasileño en la segunda parte. Tampoco se entendió el cambio de Carvajal por Arbeloa con 2-1 en el marcador. Le salió bien la jugada a Ancelotti y ante esto solo se puede callar y dar la razón al entrenador, aunque uno se pregunta si tal y como estaba el partido no hubiera sido mejor apostar por la velocidad de Jesé ante una defensa rojiblanca desfondada en los últimos minutos. Pero hay que reconocer que por estos detalles tácticos Ancelotti es el entrenador del Real Madrid y no ningún periodista o aficionado, aunque la lógica escape de algunas de las decisiones.

En definitiva, un punto y con 12 finales por jugar hasta el final de Liga. Se plantea especialmente clave el clásico de dentro de tres semanas, partido en el que Ancelotti podrá resarcirse del encuentro de la primera vuelta y de este último derbi y ganar una guerra que podría ser decisiva. En ese choque estará Diego López en la portería, al que le espera una semana de tortura por gran parte de la prensa 'madrileña'. Sí, pudo hacer algo más en el segundo gol del Atlético, pero igual de cierto es que salvó al conjunto blanco del 3-1 en varias ocasiones. No hay que olvidar tampoco la impoluta trayectoria del gallego en el año que lleva defendiendo la portería madridista. La situación de Diego López y Casillas no va a cambiar de aquí a final de temporada, así que el madridismo debería dejarse de conflictos civiles y pensar a lo grande, en ganar las guerras mundiales que vienen por delante.