El vaso medio lleno
Ya superada la resaca de un clásico marcado una vez más por la polémica arbitral, el Real Madrid comienza ahora una nueva Liga a nueve partidos. De nada sirve ya lamentarse por una chapuza arbitral nuevamente con el Barcelona como rival y con un árbitro ya reincidente. Los blancos deben olvidar cuanto antes la enésima demostración de valores y respeto al rival de la que hicieron gala una vez más los Sergio Busquets, Cesc Fábregas y compañía, y centrarse en lo que queda por venir.
La derrota ante el eterno rival ha dejado en el madridismo una sensación de pesimismo, de que todo está perdido, y es que la imagen del equipo más allá de Undianos no fue la esperada tras lo visto en los últimos meses. Un equipo que por momentos pareció recuperar la versión más asustadiza ante la monótona circulación de balón característica del equipo culé.
Pero a pesar de todo, existen motivos para el optimismo. La derrota en el clásico no supone una caída definitiva como ha sucedido en anteriores temporadas, ya que más allá de ceder el primer puesto, el equipo continúa pleno de opciones para alzarse con el título. Una respuesta positiva en Sevilla por parte de los hombres de Carlo Ancelotti sería el mejor estímulo en el partido más complicado que resta en el calendario liguero.
Empatados a puntos con el líder, claros favoritos en la eliminatoria de cuartos de final de Champions League y con la disputa del título copero ante el eterno rival, el madridismo debe pasar página cuanto antes y comenzar a pensar en las doce (que podrían ser quince) finales que quedan por delante. La inesperada caída en el clásico solo debe servir como seria advertencia para mejorar de cara a los importantes compromisos que esperan en las próximas semanas.
Nada está perdido para el equipo blanco, vivo todavía en las tres competiciones. Tras lo visto en los últimos meses, existen motivos para pensar en una buena reacción por parte de un equipo que posee la calidad suficiente para darle la vuelta a la tortilla a partir del próximo partido y confirmar algunas de las positivas sensaciones de las últimas semanas.
De levantarse cuanto antes de este tropiezo dependerá el éxito final en una temporada con mucho todavía por cortar.