Sobre la grada de animación
Invadido por el espíritu navideño Florentino empeñó todas sus fuerzas en desterrar a Ultras Sur de su hogar durante más de dos décadas para llenarla de madridismo respetuoso. El "noche de paz, noche de amor" que acompaña a los madrileños por las calles de la capital hicieron olvidar al presidente el miedo escénico del que se atemorizaban los rivales antaño.
Cánticos como "Cómo no te voy a querer" se cambian por canciones de Pippi Långstrump para amedrentar rivales. Los alemanes que vivieron el derribo de la portería en el Bernabéu ya regalan por Navidad tickets para que sus hijos hagan el tour Bernabéu.
Además, la condición joven por la que se caracterizará la grada se erige como excluyente para los madridistas que quieran alentar al equipo atándolos a los asientos bolsa de pipa en mano.
Pero algo bueno tiene el cambio, dicho sea de paso. La grada no utilizará al Madrid como arma política ni como escenario de reivindicación de tiempos pasados, y coloreará sus asientos con una única bandera, la del Real Madrid.
Al igual que pasó con Curva Nord, del Valencia, sectores de los ultras acompañarán o dirigirán- a los aficionados de la grada de animación. El requisito de continuada asistencia consolidará los cánticos y la idiosincrasia del graderío.
Lo que no es controlable por Florentino es la mentalidad ultra, que seguirá en Marceliano Santa María y que se postrará en contra del presidente hasta el último aliento. Ya se organizan quedadas en la puerta 28 del Santiago Bernabéu para reivindicar la necesariedad de Ultras Sur en el estadio por los que han visto como el rugido infernal de aquel Bernabéu hacía posible la época del miedo escénico como victoria segura en el Bernabéu.
Los espectaculares tifos, los kilómetros recorridos, las banderas, los desplazamientos, los cánticos y ser definidos como el pulmón anti-pipero del Bernabéu, además de la frase del "Yo con 15 años menos sería Ultra Sur" de Juanito no podrán ser arrebatados y permanecerán siempre ligados a la historia del club.
Con Ultras Sur o sin ellos, esperemos que el Bernabéu no siga siendo el cementerio que es hoy día y que la grada de animación siga combatiendo el piperío con cánticos por y para el Real Madrid. Que los radicales demuestren que son extremistas en sentimientos hacia el Madrid y que reduzcan todo al buen funcionamiento de la grada en aras de una animación puntera en España y en Europa.