Una sensación que no sentía desde...

Hace algo de tiempo, en una galaxia que ya queda algo lejana, aficionados del Real Madrid disfrutaban partido a partido de las andanzas de su equipo y sobretodo de sus victorias. A ese equipo podrían echarle en cara el haber sido construido a base de talonario, pero ganaba partidos y hacía disfrutar semana a semana a sus aficionados, ansiosos de que llegase el próximo partido tras el pitido final. Ahora, una década más tarde (año arriba, año abajo) y salvando las distancias, comienzo a sentir algo parecido; no sólo por el partido del pasado sábado ante el Betis, sino por las sensaciones que el equipo me transmite conforme va avanzando la temporada.

Por aquel entonces, los 'Galácticos' hacían disfrutar a los madridistas con su juego en plan apisonadora. La defensa terminó siendo de garantías pero tenía sus lagunas de eternos insatisfechos, especialmente en el juego aéreo, como ocurre actualmente con Ramos y Don José. Ambos han tenido altibajos durante esta 1ª parte de la temporada pero, uno por la presión de Varane (aunque beneficiado por su interminable lesión), y el otro por la presión popular, han terminado despertando y conforman ahora mismo una de las parejas de centrales más sólidas de Europa.

Algo parecido ocurre en los laterales; Marcelo no es Roberto Carlos, pero está entre los mejores del mundo en su posición y vuelve a estar en plena forma, mientras que en la derecha, Carvajal está sublime y Arbeloa a acallado muchas críticas (mías incluidas) con su profesionalidad y cabezonería para salir adelante como ya hiciera a comienzos de siglo Michel Salgado.

Cuando el Madrid de las Galaxias enamoraba, el centro del campo era el encargado de dar el equilibrio necesario en un equipo nacido para atacar. Ese equipo y el actual son muy diferentes en lo que respecta al sistema de juego y los jugadores que lo conforman, pero su desempeño, de un modo u otro, es el mismo. Xabi Alonso es el gran guía, el catedrático que muestra los caminos del fútbol a sus compañeros sin necesidad de tener a un medio centro destructivo a su lado. Junto al tolosarra, Luka Modri?, que partido a partido me sigue dejando sin palabras, y a los que querían defenestrarle tambien; el croata puede hacer tanto de Makélélé como de Helguera o de Beckham y es sencillamente imprescindible en el Madrid actual gracias a su versatilidad, calidad, desgaste y muchos adjetivos más. El otro integrante del grupo creador, el inesperado Di María, me ha sorprendido gratamente en su posición de centrocampista; tras su 'tocamiento' ha mostrado una remozada versión gracias a su entrega (o necesidad de ir al Mundial) y alternará titularidad con Isco Alarcón, el Guti de Carleto, el gran damnificado del nuevo 4-3-3 y el único capaz de crear magia cuando el fútbol no es suficiente.

Y qué decir del ataque...Gareth Bale parece que vuelve a coger la forma de octubre y noviembre poco a poco, Jesé espera con razones de peso más minutos de calidad y Benzemá parece que sigue aportando algo más que goles. Y no, no me olvido del gran Líder del Real Madrid, Cristiano Ronaldo. Al igual que ocurriera con Zidane, Raúl, Figo o su tocayo Ronaldo Nazario, casi siempre merece la pena el esperar 3 o 6 días al siguiente partido; su voracidad sobrepasa lo humano y tenemos una suerte inmensa de haberle hecho feliz en el Bernabéu. El Balón de Oro se queda corto para un futbolista triunfador por insistencia, por gozar de una ambición que le convierte en único dentro de la historia del fútbol.

Esta historia debería tener una gran conclusión sobre Real Madrid 2014; tal vez repetir las sensaciones que me produce, o un sueño para el mes de Mayo, pero esta 'parrafada' acaba aquí. Simplemente buscaba retroceder a una época de disfrute para el madridismo, una época previa a la gran explosión del amarillismo en el periodismo deportivo, una época sin tanta morralla en prensa ni excesivos intereses demagógicos. Historias como esta apología a la ilusión futbolística deberían tener preferencia antes que utilizar el 2º medio deportivo de mayor difusión nacional para publicar BASURA que sólo busca desestabilizar. Creo que ya sabéis por donde voy; al fin y al cabo, estas líneas son una opinión y yo sólo soy un soñador.

autor

Emilio Caballero

Periodista. Director y editor de USA Sport Passion. Amante del deporte de nacimiento y del fútbol sin disfraz. Manhattan es el reflejo de caos, orden, pasión, estrés y sueños, el espacio perfecto para escribir ante un folio en blanco.