CRÓNICA: Paliza y cita con la historia

El Real Madrid ya está en la final de la Euroliga tras destrozar, literalmente, al Barcelona (62-100). En una segunda mitad marcada por el excelso rendimiento del equipo de Laso en ambos lados de la cancha, Sergio Rodríguez demostró el porqué de su MVP.

 

Sobresaliente triunfo el que ha logrado el Real Madrid ante el Barcelona. Los de Laso desmostraron una madurez tremenda para sobreponerse al titubeante inicio para destrozar después a un Barça hundido por el acierto blanco. [Narración y comentarios en directo]

Desde el primer momento el partido irradiaba importancia y calidad por los cuatro costados. Con el Maccabi esperando en la final, Madrid y Barça iba a disputar un duelo de esos que marcan época. En un duro comienzo para el Real Madrid al no encontrar con facilidad las combinaciones entre exteriores e interiores, Tomic y Huertas abrían brecha en el marcador y ponían seis puntos de ventaja en el luminos. Pero de la mano de un Nikola Mirotic tremendamente enchufado, el conjunto blanco volvía al encuentro para dominarlo.

El rodillo blanco se activa

Con una defensa asfixiante y unos ataques la mar de inteligentes, el Madrid iba a lograr marcharse en el marcador a pesar de la dureza de un Papanikolau que parecía cegado por las ansias de repartir por doquier. A base de triples el Barça no iba a perder la cara al partido, pero el Madrid le respondió de la misma manera.

Sin embargo, a base de ahínco y de Tomic, el Barça lograba que el acierto del Madrid en la zona interior no quedara sin respuesta. Al descanso, el conjunto blanco iba a dominar el luminoso por ocho puntos de ventaja, e iba a servir de preludio para una segunda mitad que se antojaba más que emocionante.

El paso por vestuarios no supuso un cambio instantáneo en el devenir del partido. El Barça seguí bajo el amparo de Ante Tomic, mientras que el Madrid preparaba el terreno para hacer algo histórico.

La excelencia llega a Milán

La intensidad defensiva del Madrid mejoró y con ella llegó la cuarta falta personal de Darden, que desencadenó al titán blanco de una manera indirecta. Con el norteamericano cargado de faltas, Sergio Rodríguez iba a entrar en la pista para destrozar al rival. Cuatro defensas excelsas del conjunto de Pablo Laso iban a suponer un +10 para los blancos en apenas dos minutos y con este parcial el Madrid iba a poner 20 puntos de distancia en el marcador.

Las opciones del conjunto catalán se seguían centrando en un Tomic que cuajó una gran primera mitad, pero que en la segunda fue secado por los tres interiores del Madrid. La ventaja continuó ampliándose gracias nuevamente a la magia de la barba más especial de Europa, por no decir del mundo, y a un Mirotic que iba a cuajar una actuación sobresaliente.

Antes del último cuarto, el Madrid ya dominaba por 30 puntos y los últimos minutos sólo iban a servir para que el jolgorio terminara de llegar a la grada madridista. Al contrario que el Barcelona en el duelo liguero, el Madrid no tuvo piedad de su rival. Los 30 puntos de ventaja se convirtieron en 40 y es que a los de Laso les entraba todo en el aro rival y encima seguían defendiendo como perros de presa.

De esta manera se llegó al término de un partido que será mostrado en todo tipo de vestuarios para demostrar la importancia de la defensa y del factor mental. Ahora bien, el Madrid debe hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible para afrontar la final del domingo ante el Maccabi sin un ápice de relajación.

 

FC Barcelona 62-100 Real Madrid

FC Barcelona: Huertas (7), Olesson (8), Papanikolau (6), Lorbek (8), Tomic (16) -quinteto inicial- Sada (0), Navarro (3), Nachbar (7), Abrines (2), Pullen (0), Dorsey (0) y Lampe (-).

Real Madrid: Llull (11), Rudy (12), Darden (6), Mirotic (19), Bourousis (7) -quinteto inicial- Sergio Rodríguez (21), Carroll (7), Díez (0), Slaughter (4) y Mejri (2).

Parciales: 20-20, 17-25, 11-28, 14-27.

Árbitros: Christodolou (GRE), Belosevic (SER) y Lottermoser (ALE).

Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la Final Four. Encuentro disputado en el Mediolanum Forum (Milán) ante 11.843 espectadores.