La graduación de Llull
Un puro anotador cuya principal virtud, cual jugador lituano, era la de penetrar a canasta con gran calidad y tesón. Ese Llull que llegaba al Madrid hace más de cinco temporadas ha sufrido un cambio para bien en su estilo de juego.
El de Mahón ha mejorado su tiro de forma notable. Es capaz de marcharse de un partido con más de 20 puntos en su casillero y sin apenas fallo. Dicho rendimiento ha quedado perfectamente expuesto en el mes de febrero.
Su mejora en el tiro, sobre todo desde el perímetro, viene ya desde la temporada pasada, pero la progresión no cesó y en este 2014 se están viendo claramente los frutos de su dedicación. Esa mejora en el lanzamiento no ha hecho que el de Mahón abandone su principal virtud como es la penetración. Un punto fuerte que ha sabido ir puliendo para elegir el momento preciso en el que atacar el aro sin piedad.
Mejoría en la defensa
Pero no ha sido únicamente lo ofensivo la parcela en la que Llull ha prosperado. La defensa del base del Real Madrid también ha evolucionado. Con la intensidad que caracteriza al ex de Manresa, su defensa asfixiante empieza a estar bien medida en todo momento.
Con un desplazamiento lateral sensacional, una potencia física capaz de generar robos con tremenda rapidez y siempre con la amenaza de taponar al base de turno, Llull está alcanzando un nivel defensivo sobresaliente.