Objetivo: emular el inicio de la temporada pasada

El conjunto madridista tendrá a buen seguro la referencia del inicio de Liga Endesa del pasado año. Lo tendrá complicado, ya que, 14 victorias con más de 1300 puntos a favor, no se consiguen con facilidad.
14.10.2013 10:45 de  Andrés Espuelas   ver lecturas
Objetivo: emular el inicio de la temporada pasada

No fue hasta la jornada 15 de la fase regular, quizás en el partido más complicado de todos -contra el Barcelona en el Palau- cuando el conjunto de Pablo Laso firmó su primera derrota de la temporada. Esta racha fue el presagio de una temporada que tendría su apogeo allá por junio.

Desde que en la segunda jornada se alzara con la primera plaza tras machacar al Blancos de Rueda -equipo ante el que debuta el próximo martes- en un partido en el que llegó a los 100 puntos, el conjunto madridista no soltaría esa posición a lo largo del año. Y siendo solamente vencido en cuatro ocasiones, mientras que su rival más próximo, el Laboral Kutxa, perdió hasta en nueve.

Aparte de la racha de victorias, Pablo Laso a buen seguro querrá que también se repita la capacidad anotadora. En esas 14 primeras jornadas, el conjunto madridista consiguió anotar 1334 puntos, una cifra a la que se llegó gracias a que el equipo solo bajó de los 80 puntos por partido en tres. Incluso en la segunda y tercera jornada alcanzó la cima de los 100.

El equipo, reforzado de cara a igualar esa racha

Finalmente, el equipo se alzaría con el título de Liga Endesa con tan sólo cuatro derrotas en la fase regular y con casi 3.000 puntos a favor -2.985 en concreto-, siendo el conjunto máximo anotador de la competición de forma holgada. Esa racha fue clave para el devenir de un equipo que se llevó todos los elogios por su juego eléctrico y anotador.

Por ello, qué mejor referencia de cara a esta nueva temporada que mirar a lo conseguido el pasado año. No será fácil, ya que los demás favoritos se han reforzado bien y seguro que tendrán ganas de plantar cara al vigente campeón. Sin embargo, Pablo Laso, con la base ya asentada del pasado año y con un juego interior que se presume mucho más intimidador y anotador que antaño -quizás el único punto negro-, tiene ya mucho ganado.